
Se trata de agua potable que ha sido calentada para ser uso sanitario, es decir, baños, duchas, entre otros; o para uso de limpieza en lavado de platos o suelos, lavadoras o lavavajillas.
Es considerada como servicio básico y obligatorio y su consumo se ajusta a las costumbres de los usuarios de la vivienda.
Puede prepararse de dos maneras:
1️⃣ Por acumulación
2️⃣ Por calentamiento instantáneo